Emilie & Nath ✨

Parecía que en el café todos los días eran atareados, fuera entre semana o sábados o domingos, Nath parecía nunca poder descansar, aun en sus 15 minutos de break, aquella insistente sirena no le dejaba estar tranquilo en las cocinas o la sala de empleados, así que a veces simplemente no pausaba el trabajo. Hoy era una de esas veces, Nath corría de allá para aca, cuidando de balancear lo mejor posible los platos que se acumulaban en sus manos, dios no le había dado poderes para poder levitar objetos como a algunos de sus compañeros, el solo tenía su estúpido cabello de arcoiris que debía teñir de negro varias veces a la semana, más su estorboso (y potencialmente peligroso) cuerno... ¡oh! Y algúnos brillos que soltaba de vez en cuando, definitivamente los unicornios eran criaturas brillantes y Nath los repudiaba.
Estaba tan sumergido pensando en las desventajas de su especie que no vio a la nueva clienta que acababa de pasar por el umbral de la puerta y ahí, en el café mágico, se estampó con ella virtiendole café (tal vez demasiaaado caliente) sobre el pecho y salpicando un poco sobre su cuello.
Nath se quedó de piedra, estas cosas no le sucedían a él, menos frente a todo el mundo ¡sus compañeros lo verían y no lo dejarían en paz! Tal vez hasta lo despedirían y ya no podría pagar su pequeño piso en la ciudad ¡Ahh! Tenía que actuar rápido.
"¡Señorita!" Exclamó "¡Lo siento muchísimo! No la vi venir-..." se interrumpió así mismo recordando que era café caliente "Acompáñeme de prisa a las cocinas para atenderla" agregó preocupado, sin siquiera pararse a ver la expresión de la chica, le daba pena mirarla a la cara, tampoco se atrevió a tomar la del brazo pero la hizo señas para que lo siguiera y se aseguro de que así fuera.
Cruzó los dedos libres esperando que su compañera, la "maravillosa sirena", no estuviera ahí para molestar.

Habia tomado rato encontrar el café en el que había quedado de verse con alguien que supuestamente iba a darle una entrevista de trabajo, últimamente estaba siendo duro encontrar un trabajo estable para ella y esperaba que esta ves todo saliera bien, se intentaba dar animos a si misma antes de entrar "No te pongas nerviosa, todo va a salir bien, se tu misma e impresionalo... es solo una entrevista" esperaba que nadie la escuchara murmurar cosas en la puerta y después de un fuerte suspiro entro decidida para luego voltear de un lado a otro buscando alguna mesa para dos personas vacía, era temprano así que no había de que preocuparse del todo por eso.
5... tal ves 10 segundos habían pasado después de que entro y ocurrió la tragedia, el café estaba lo suficientemente caliente como para que emitiera un agudo grito por todo el lugar y claro ardiera bastante en su pecho y parte de su cuello, llevo sus manos directa y frenéticamente a su pecho mientras respiraba fuerte y rápido.
Sus piernas se movieron solas al escuchar las indicaciones del mesero que le decía por donde ir y que hacer, después de unos momentos logro incorporarse un poco y poder decir algo "¡A-arde mucho! ¡¿Por que no te fijas en lo que haces?!" Dijo con esfuerzo, la gente veía mientras ambos escapaban a la cocina lo mas rápido que podían y unas pequeñas lagrimas se quedaban en los ojos de Emilie.

Las orejas de unicornio de Nath se agacharon por la pena que sentía el chico, estaba acostumbrado a que los clientes le hablaran mal o se molestaran con él (no siempre se puede complacer a todo el mundo) pero esta vez sí que era su culpa y la chica había gritado lo suficiente alto como para que la gente los mirara, adiós bono del mes.

Cuando por fin entraron a la cocina, el corazón de Nath dejó de latir tan rápido y le indico a la chica (entre disculpas) que se sentara, mojó un pañuelo con agua muy fría y se lo pasó (sin atreverse a tocarla el mismo) para buscar el kit de los primeros auxilios, todo esto mientras se disculpaba una y otra vez.

"Estaba en las nubes y no te vi entrar, lo siento muchísimo, te lo compensaré, te lo prometo" agregó, sus orejas aun gachas mientras tomada asiento delante de ella con la cajita en su regazo.

Se sentó mientras aun respiraba frenéticamente y justo al sentir el pañuelo ella misma lo presiono en su pecho lo necesario como para que no le doliera, era un alivio tener eso ahí y que contrarrestara un poco el ardor mas sin embargo eso no evitaba que ahora estuviera toda mojada y manchada de café en toda la parte del frente de su ropa.

"¡Deja de repetir que lo sientes, lo dijiste muchas veces ya!." Emilie no solía ser agresiva pero era una de esas veces en las que no podía evitarlo. Por fin miro al chico, nunca había visto a alguien que tuviera un cuerno, era muy raro pero tampoco era muy importante en ese momento.

Ya estaba empezando a componerse mas y respirar mas lento, el pañuelo había sido de mucha ayuda y al retirarlo un poco miro lo roja que estaba su piel sin contar que seguía ardiendo mucho con cualquier contacto que tenia con algo que no fuera el frió pañuelo "Deberías ponerle mas agua fría a esto ¿Que tanto estas buscando?" Le decía como si lo estuviera apurando.

Si la chica seguía gritando y hablándole de aquella manera, Nath no tardaría en tener un colapso nervioso. Debido a la actitud de la pelirosa sentía que todas sus acciones eran erradas y las manos le temblaban.

"U-uhm, poner más agua fría no solucionará nada, tenemos que ponerte una pomada" dijo abriendo la cajita de la cual saco vendas, clips para cerrarlas y un frasquito "Eso te controlará el ardor y ayudara a que no deje marcas en tu piel" explicó, en la cocina solían haber accidentes, minúsculos en su mayoría pero cualquier empleado que pusiera atención sabría como tratar con quemaduras.

Nath la miró aun con pena y dudoso de que hacer o pedirle a continuación, no la conocía pero no podía dejar que se atendiera sola, ahora se arrepentía de haber deseado que la sirena no estuviera trabajando, podría dejarla a cargo y salirse de la sala a esperar.

Escucho la corta explicación y después de todo tenia sentido, el café estaba muy caliente y el ardor era bastante como para que no le dejara algo después lo ocurrido.

"Lo haremos a tu modo entonces... pero por lo que mas quieras no lo hagas fuerte" Aun sonaba con una voz fuerte pero ya no estaba gritándole, se notaba lo intensamente nervioso que estaba el chico y esperaba que eso no lo hiciera arruinar las cosas pero después de un segundo pensó... ¿Se tenia que quitar la ropa o algo? el chico tenia vendas y todo.

Sin quitarse el pañuelo aun de su pecho siguió "¿Que quieres hacer exactamente?... tienes muchas cosas ahí y la verdad es un poco incomodo."

Comparado con lo que le estaba pasando en aquel momento y los nervios y la pena que sentía, ser despedido y volver a vivir a la villa de los unicornios no sonaba tan mal.
¿Qué debía decirle? ¿'No, te voy a poner la crema sobre la ropa'? Obviamente no, no tenía idea de como responder su pregunta, maldijo al cielo por no tener poderes para levitar cosas, sería más sencillo y nada de esto hubiera ocurrido en primer lugar.
Nath finalmente abrió la boca aunque no tenía idea de que iba a decir "Ehh... pues debemos poner el remedio sobre la piel afectada" trató de hablar lo más neutral posible "No te preocupes, me prepararon para primeros auxilios" dijo en un intento de verse profesional aunque sabía que su cara seguía roja. Se quería morir.

Suspiro, ahora se veía ligeramente menos nervioso pero aun se sentía ese miedo en el aire y al menos sabia lo que estaba haciendo ¿verdad? Dudaba de el después de todo y después de pensarlo y no querer molestar a los otros empleados... o empleadas accedió.

"Esta bien... pero espero en serio sepas que estas haciendo, date la vuelta." Prácticamente se lo ordeno y para estar algo mas segura ella también se la dio, afortunadamente no había nadie ahí, observo su piel y daba ligeros toques para saber donde estaba su piel quemada, después de un momento acomodo lo mejor que pudo su ropa para que sus boobies estuvieran cubiertas y no hubiera de que preocuparse ahí, se dio la vuelta nuevamente y ahí estaba, con sus hombros descubiertos y la piel roja como tomate al aire libre, estaba nerviosa, molesta y deseando que todo acabara super rápido, no se le veía nada después de todo pero aun así era muy raro todo eso ¿Porque no fue una chica la que le tiro el café? La entrevista se le haba olvidado al menos. "Puedes voltear... que sea muy rápido." énfasis en el 'muy'.

Nath obedeció rápidamente todas las ordenes de la chica, una vez que hubo volteado para estar frente a frente de nuevo, los nervios le regresaron tan violentamente que añoró como nunca su confianza, la que tenía antes de cometer el error de quemar a una clienta.

La miró intentando hacer como que en realidad no veía nada y prosiguió a aplicar la pomada con todo el cuidado y la delicadeza del mundo, lo último que quería era volver a lastimarla. Se mordió el labio ligeramente mientras lo hacía, recordándose que aquello no era nada del otro mundo como si eso lo fuera a tranquilizar.

Había terminado de aplicar la crema por lo que las yemas de sus dedos ya no tenían porque hacer contacto tan directo sobre su piel, cuando una última oleada de nervios decidió invadirle... Era una de las cosas más molestas de los unicornios, cuando sentían emociones fuertes no podían controlarse muy bien y así paso con Nath, su cuerno brillo un segundo y frente a ellos se materializaron destellos de todos colores, algunos aterrizando en el regazo de Nath y otros pocos sobre la pomada que había sido aplicada en la piel de la chica, adhiriéndose a esta.
Y eso era todo, oficialmente Nath renunciaría y volvería su villa y nunca jamás volvería a salir.
Miró al instante con ojos expectantes a la ahora paciente, esperando otro grito más de ella o ver un gesto de rabia o exasperación.

Toda la situación era ridículamente extraña e incómoda ¿porque tenia que ser ella la que tenía que haber entrado en ese momento? Estaba ahí descubierta enfrente de un desconocido que no podía controlar sus nervios y teniendo contacto sus dedos y esa fría y resbalosa pomada, al menos no le iban a quedar marcas o algo peor por no atenderse debidamente a tiempo, tenia la cabeza ligeramente arriba para que fuera más fácil para el y todo acabara más rápido.

"Finalmente" dijo mientras el chico se retiraba lentamente, segundos después salieron esos brillos de la nada y no supo como reaccionar, no había sentido nada pero ¿que era eso? "...¿me hechaste brillitos? ¿Que se supone que hacen? Deja de estar nervioso, estoy enojada pero no te voy a matar levanta esa cara, dime que son edas cosas" quería tocar los brillos pero sabía que eso dejaría sus dedos llenos de pomada.

Se exaltó un poco y se apenó a un mas por los brillos, malditos unicornios. Aun así, intentó controlarse por las palabras de la chica y para no empeorar las cosas.
Sonrió a medias antes de hablar "No puedo dejar de estar nervioso si me dices que estas enojada" confieza y luego procede a explicar los brillos "N-no son para nada, literal, solo existen porque sí... cosa de unicornios. Lo siento, no tendrán ningún efecto... ¡oh! Solo te verás mas glamurosa" agregó, atreviendose a sonreir de lleno con la esperanza de cambiar el humor de su paciente.

Levantó una ceja y pensó que esos brillitos serían buenos para cuando estuviera bien vestida y sin una manchota gigante de café, le desepcionaba un poco que lo que debía ser un buen día cayera rebajado a esa situación tan incómoda. "Como digas, supongo que no importa entonces." Sentía helado el pecho, pero el ardor se sentía menos gracias a la pomada y eso la hacia sentir más tranquila al respecto.
"¿Que sigue entonces? ¿Me vas a poner una venda que sacaste o me quedare con esto al aire? Tengo una entrevista impor-....LA ENTREVISTA" Dijo exaltada eso ultimo, tanto que se levantó del asiento algo dramática, la situación era tan loca que lo había olvidado por completo "ay no ay no... ahora que voy a hacer no puedo verme así y... quizás es tarde no se" ahora estaba enojada y preocupada, preguntándose como iba a salir de esa.

Nath se levantó del susto, ¿una entrevista? Hmm... no sabiendo si la chica estaría conforme buscó en el locker de los empleados, que estaba en una esquina de la habitación, de inmediato sacó el uniforme de su compañera sirena, ahora podría servir de algo, le quitó el mandil y quedó reducido a un simple vestido azul cielo, miró a la chica, luego al vestido y concluyó que sí le quedaba, todo esto en unos segundos, se acercó a ella y le dijo "Puedes usar esto" se lo tendió en las manos y prosiguió a tomar las vendas de nuevo y comenzó a trabajar sin pedirle permiso previo (otra vez) a la clienta, se notaba que estaba apurada después de todo, aún así lo hizo con cuidado, sin lastimarla o tocarla de más, pero apurado a fin de cuentas, para estas alturas solo quería acabar rápidamente con la situación, que la chica se fuera (y no le denunciara ante su jefe) y no volviera a entrar nunca más al establecimiento.

"Saldré para cuidar que nadie entre, avísame cuando estés lista" usó una de sus postizas sonrisas de mesero y salió de la habitación, aun con todo el caos que había afuera, Nath sintió que al fin podía respirar bien.

No lo dudo mucho, en cuanto vio ese vestido de color azul supo que era lo mejor que había en ese momento crítico y decidió tomarlo, lo contemplo un momento y se lo midió por encima de lo que tenia super rapido "Es mejor que nada ¿Está bien que use esto?" Le daba cosa después de todo, no sabia de quien era y quizás alguien lo necesitaría, pero por otro lado se merecía eso mínimo por lo que había pasado y debía ser como una forma de pagar por eso, no quedarselo pero mínimo ese favor.
No hizo ningún forcejeo, ya tenia más problemas encima como para dudar si le ponían las vendas pues de cualquier forma el chico ya le había tentado todo el pecho, terminaron algo ajustadas, era ciertamente incomodo y ciertos movimientos rosaban con las heridas y se sentía un muy muy ligero dolor "Está bien, por favor fijate si ves a un sujeto de lentes y rubio, seguramente tendrá un abrigo o algo" (que no debería estar (?)) lo describió rápido y justo cuando salió empezó a cambiarse.
Después de unos momentos ya estaba lista, le quedaba bien después de todo "¿Estas ahi?" Pregunto a través de la puerta.

"Mhm!" Respondió Nath para volver a entrar al salón, se tomó unos segundos para mirar a la chica y sí, se veía normal, es decir, no parecía una mesera sin mandil, así que sonrió algo aliviado y se limitó a decir "Te ves como una chica lista para lucirse en su entrevista" se atrevió a ser 'simpático' una vez más, debía agradecer su actitud a todos esos clientes odioso a quienes había tenido que tratar como reyes.
Se asomó hacía fuera para ver si ya había entrado un sujeto con la descripción que le habían lado, dió un saltito y sus orejas se levantaron cuando creyó ver a alguien parecido a que lo que tenía en mente "ah, señorita, creo que llegó la persona que venía a ver" dijo, haciéndose a un lado para que ella pudiera mirar o pasar por la puerta.

Levantó una ceja y miró de reojo a otro lado, no sabia como reaccionar del todo a su elogio y llevo su mano a la parte de atrás de su cuello "¿Tu crees? Es una suerte después de todo que hayas tenido eso ahi" miro su ropa sucia y reaccionó rápido al escuchar que el sujeto ya había llegado, se puso ligeramente pálida porque le daba un poco de miedo que no fuera un trabajo duradero o que la contrataran siquiera, poniendose en la puerta asomo un poco la cabeza para ver y ahí estaba el sujeto que estaba esperando, solo en una mesa al lado de la ventana ¿Que seguia? Cerró la puerta y se recargo en ella, dando un suspiro un poco largo "Donde están esos ánimos de la mañana..." se dijo a sí misma en tono algo bajo, con el mesero unicornio aún lado aun.